Tengo un problema. Bueno, no se tiene porqué considerar tampoco un problema, es más una manía (aunque la mayoría de las manías se terminan convirtiendo en problemas). La cuestión es que nunca termino lo que empiezo. Pero lo mío llega a ser desesperante. Por ejemplo, en diciembre, como cada año, me encanta ser previsora y agenciarme una agenda para el año que viene. Este año me han regalado una en el trabajo que es genial. A parte de ser de un tamaño enorme, en dos páginas se ve la semana entera y eso es una de las cosas que pido a una agenda, que no me líe con hojitas para cada día, prefiero tener toda la semana a la vista porque sino no me aclaro. La cuestión es que la segunda semana de enero ya me había comprado otra. Me entraron dudas, no estaba segura de poder cargar con la del trabajo todo el día, porque pesa bastante, así que compre otra más pequeñita, más "práctica". Resumiendo, ahora tengo dos agendas, una en el bolso y otra en la mesa del escritorio, y claro, en una escribo unas cosas y en la otra otras. ME HE COMPLICADO LA VIDA GRATUITAMENTE! Lo sé- Ahora tengo que mirar en las dos, ir comprobando que días tengo practicas, pasar información de la una a la otra como una obsesa cuando llego a casa antes de que se me vaya la pinza...Bueno, pues si queréis que os sea sincera, ya me he aburrido de la que tengo en el bolso, porque es de tapas duras, y el año pasado tuve una de tapas blandas que me resultaba más guay, no sé le cogí cariño y ahora estoy en un “sinvivir”, porque claro, estoy a tiempo de cambiar de agenda, con eso de que aun estamos en enero, me lo podría permitir, no? El año está por empezar...que hago?

Esto es un ejemplo más, porque la mayoría de las novelas también las tengo a medio leer, collares de abalorios que se quedaron en pulseras, trabajos de universidad que nunca terminé, álbumes de fotos con cuatro fotos, postits con tareas en el cajón donde no se ven pero las oigo gritar...

Si ,lo mejor sería cambiarme la cabeza! Pero sabéis qué? He descubierto de donde nacen todas estas manías mías de dejar todo por la mitad. De las pelis on-.line. Si, además de maniática soy delincuente, veo películas online gratis. Lo sé, está mal, pero es que es tan cómodo! La cuestión es que cuando veo pelis online ves los primeros 75 minutos y luego se apaga, tienes que esperar nosecuanto tiempo (creo que nunca he esperado, porque eso no es esperar, a partir de 15 minutos a la espera se le debería llamar "desesperar")De modo que muchas veces me quedo sin ver las segundas partes. Podría decir que tengo vistas casi todas las pelis de la cartelera hasta la mitad, Julie et Julia, que fue de los morgan, la última de woody allen...Todas a medio terminar y ni me planteo ver el final, es como si me hubiese acostumbrado a que los problemas se queden en el aire y yo siga tan pichi con mi vida.Ni siquiera una gota de curiosidad. Incluso podría decir que me gusta...Cuando la pantalla se vuelve negra y aparece un mensaje diciéndome que se acabó la función. NO ME IMPORTA! Ni una gota de "joe, que faena...!".NADA. De modo que he llegado a la conclusión de que como dejando los problemas de los demás sin desenlace final no pasa nada, (claro, al fin y al cabo no son más que películas), hago lo mismo con los míos.Incosncientemente esa manía se ha ido convirtiendo en norma en mi vida...excepto en terminar una bolsa de patatas (ahí si que no dejo ni una con vida, al final meto el dedo para que las últimas migajas se queden pegadas entre la sal y el aceitillo del fondo, y mmm!)


Qué te parece mariloli!

Sinceramente, tampoco me preocupa tanto. Ahora lo que me preocupa es la cena del 19! Es víspera del día de San Sebastián y he invitado a unos diez amigos a casa a cenar, y me gustaría preparar una cena genial. No voy a desvelar el menú, ya os contaré el 20 cuando todo haya terminado, pero os pongo ideas que he encontrado en internet y me encantan:

Y porque hace mucho frío, que sino me encantaría hacer algo tal que así:

PD: lo de que la mitad del texto haya salido subrallado es algo que se me escapa, otro problema que tampoco me importa demasiado.