Polémica con el concierto de Noa

Yo pensaba que la música unía, bueno la música y toda forma de expresión artística, ya sea la música, el cine, la fotografía, el baile o el teatro, los chistes o las poesías..Siempre me habían enseñado que los sentimientos eran universales, que el arte estaba por encima de las opiniones y culturas.
El arte en todas sus formas...para unos y para otros... no tiene una escala, ni reglas que la valoren del 1 al 10, y por eso es tán maravillosa, como los colores, porque no existe el mejor ni el peor. Por fin, entre los seres humanos hemos creado algo con lo que no se puede comparar ni competir.

Pues parece que no, al menos en mi ciudad algunos no piensan lo mismo, y sino mirad la polémica que ha surgido a partir del concierto que la cantante israelí Noa iba a dar en el teatro Victoria Eugenia hoy miércoles y mañana, jueves. Con el buen tiempo que estaba haciendo!!!

Parece que un grupo de personas en contra de la ocupación israelí en Palestina se han manifestado en contra del concierto de Noa, porque la consideran "representante del estado sionista". Y pretenden suspender el concierto o al menos hacerle saber que no es bienvenida, por lo que han convocado una manifestación a las puertas del teatro.Olé!
Y que culpa tendrá ella!
Me parece patético, triste, fuera de lugar...siento verguenza ajena de la gente de mi ciudad, que ha sido educada en escuelas donde nos han enseñado a respetar, a escuchar, a dialogar en vez de manifestarse con pancartas ...hablando se entiende la gente y no gritando como locos pintados con frases insultantes y provocativas que lo único que parecen es un grupo de niños mocosos queriendo llamar la atención.

Nunca he entendido la necesidad de algunos grupos por luchar por algunos principios de maneras tan exhibicionistas, por mucho que tengan razón. Y eso que lo de tener la razón es casi el 99% de las veces algo relativo.
Pero no me estoy refiriendo al hecho de tener o no la razón, el poder por el cual todos luchamos por demostrar, como la fórmula mágica que soluciona el problema, como la verdad de Platón...No , no me refiero a eso. Me estoy refiriendo del "modo" de la "manera" de hacer saber que tienes o no la razón. Siempre he pensado que el fin no justifica los medios, y en este caso es exactamente lo mismo. El fin, defender tu opinión sobre el resto, hacerlo saber, e intentar que la gente te apoye...El modo, llamar la atención a veces disfrazados, manifestándose con refranes o frasecillas pegadizas, a veces amenazadoras, muchas veces insultantes, la mayoría, faltos de tacto, y pocos ,argumentados. Cuando veo estos espectáculos , por otro lado habituales en mi ciudad, a veces se me ocurre que los participantes sufren una grave necesidad de llamar la atención, quizás por algún trauma infantil que no han superado y su baja autoestima que llevan arrastrando desde la infancia se "eleva" cuando se juntan cuatro gatos a gritar por las calles, se suman las voces al compás y todos parecemos más importantes cuando hablamos por encima del volumen habitual.
Si no estás seguro de lo que piensas prueba a juntarte con gente que piense lo mismo y cantad todos juntos, ya verás como por un momento sentirás que todo el mundo está a tu favor. La euforia del momento es capaz de hacerte olvidar de donde vienes y a donde vas, es como cuando cantas gol en un partido de futbol, si te pones a pensar la mayoría no gritaría de la verguenza, pero todos gritan con la vena inchada y la cara roja , GOOOOOOOLLLLLL hasta que se dan cuenta de que el árbitro ha pitado fuera de juego.
El resto del grupo supongo ni siquiera tienen la iniciativa de ponerse a gritar pero el mero hecho de formar parte de un colectivo que parece tener los"cojones de salir a la calle para gritar por sus derechos y manifestar abiertamente sus maravillosas ideas" les hace sentirse que forman parte de algo, y se sienten más que nada...supongo. Otro grano de arena en la playa que hace que la playa sea playa, no?
No se,YO, cuando tengo algo claro, lo hablo, pongo mis argumentos sobre la mesa y con un poco de sentido común intento entrar en razón al que tengo enfrente, (si eso es lo que quiero, porque sino ni me molesto).
Quizás entonces me de cuenta de que no tenía toda la razón.
Quizás consiga convencer al que tengo enfrente.
Quizás cambie de opinión.
Pero jamás se me ocurrirá negarle la voz a nadie. Creo que la libertad de expresión es un derecho que en su momento nos costó conseguir, y ahora ponernos a cerrar bocas sería estúpido por nuestra parte, y menos si lo único que quieren es cantar para hacernos bailar...
A veces pienso en que los que llevan la voz cantante en nuestra sociedad son los más gilipollas.